RELACIONES FIDUCIARIAS: Libertad, Derechos de Propiedad y Bienes Comunes

Ihering Guedes Alcoforado
5 min readApr 6, 2020

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Llamada para aportaciones: monográfico de 2020 sobre “Relaciones fiduciarias de Número monográfico de Daimon Revista Internacional de Filosofía sobre «Relaciones fiduciarias: libertad, propiedad y bienes comunes», bajo la dirección editorial de Jordi Mundó (Universidad de Barcelona).

El número 81 (2020) de la revista quiere ofrecer trabajos que contribuyan a la discusión filosófica — histórica y contemporánea — acerca de dos dimensiones de las relaciones fiduciarias: la libertad política y los derechos de propiedad y los bienes comunes.

Las estructuras relacionales fiduciarias fueron concebidas e instituidas por el derecho privado romano para lidiar normativamente con relaciones interindividuales informativamente asimétricas en las que un Principal tiene interés en la realización de una determinada acción, pero no tiene la pericia o el tiempo necesarios para llevarla por sí mismo a cabo. Precisa de un Agente para ejecutar esa acción, un Agente que sí tiene la pericia o el tiempo necesarios, pero no necesariamente interés propio en ejecutarla a satisfacción del Principal. El vínculo entre Principal y Agente resulta problemático y peligroso (para el Principal) por esto: el margen de discrecionalidad del Agente es muy elevado. Razón por la cual, a diferencia de una relación contractual civil normal — y en beneficio del potencialmente perjudicado — , en la relación fideicomisaria suelen concederse al Principal cláusulas de no dominación, como la capacidad para interrumpir unilateralmente la relación con el Agente elegido, sin más que manifestar pérdida de confianza en el mismo. Por eso, en una relación fiduciaria es preciso establecer mecanismos institucionales para que el Agente rinda cuentas de sus acciones. La (más que metafórica) traducción de este instituto del Derecho Romano privado a la esfera pública (desde los Levellers hasta Kant, pasando por Locke, los Padres Fundadores norteamericanos y los montagnards republicanos franceses) ha desembocado en la concepción contemporánea — incorporada de diferentes modos a todas las constituciones democráticas — de la Soberanía popular como un Principal, y la autoridad política, el Estado, como un Agente fiduciario cargado con una obligación fiduciaria de proteger a sus ciudadanos. Además, contra un lugar común muy extendido en la filosofía política contemporánea mayoritaria, el pensamiento republicano moderno (y la Ilustración en general) ha concebido también los derechos de propiedad como un fideicomiso — con el soberano como Principal y el propietario (público, privado o en común) como su Agente — siempre necesitado de justificación en términos de utilidad pública. Esta concepción de la propiedad (pública, privada o en común) como un fideicomiso se ha incorporado plenamente también al ordenamiento constitucional democrático contemporáneo (de ahí la idea de la “función social de la propiedad”).

Puesto que el análisis de estos asuntos tiene importantes consecuencias para la filosofía política contemporánea, el presente número admitirá contribuciones de la filosofía, la historia, la historia conceptual, el derecho, la economía, la ciencia política y la sociología que reflexionen acerca de la naturaleza y complicaciones de la libertad política, los derechos de propiedad y los bienes comunes, entendidos como relaciones fiduciarias.

En la página electrónica de la revista se ha abierto una sección especial titulada «Relaciones fiduciarias: libertad, propiedad y bienes comunes» destinada al envío de trabajos originales sobre este tema.

El plazo de envío de originales para su evaluación y posible publicación finalizará el día 31 de mayo de 2020.

Además de trabajos en forma de Artículos, también se podrán enviar Notas críticas y Reseñas de libros, ateniéndose a las instrucciones habituales que figuran en las Normas para Autores.

CALL FOR PAPERS

Special issue of Daimon Revista Internacional de Filosofía on

“Fiduciary relationships: freedom, property and commons”,

edited by Jordi Mundó (Universidad de Barcelona).

Issue 81 (2020) aims to offer papers that contribute to the philosophical discussion about two dimensions of fiduciary relationships: political freedom, and property rights and commons.

Fiduciary relational structures were conceived and instituted by Roman private law as a means to normatively deal with interindividual relations with informative asymmetries where a Principal is interested in the realisation of a certain action, but she lacks the expertise or the time that are needed to carry it out on her own. She requires an Agent to execute that action. It is an Agent who has the expertise or the time that are needed, but who does not necessarily have the interest in executing the action to the Principal’s satisfaction. The tie between the Principal and the Agent turns out to be problematic and dangerous (for the Principal) because the space for the Agent’s arbitrariness is very wide. And this is the reason why, unlike in normal civil contractual relations –and for the benefit of the potentially harmed–, within the fideicommissary relationship the Principal is usually granted non-domination clauses, such as the capacity to unilaterally interrupt the relationship with the selected Agent, having only to expound her loss of confidence in that Agent in order to do so. For this very reason, in a fiduciary relationship there is need to establish institutional mechanisms for the Agent to give account of her actions. The (more than metaphorical) translation of this basic institute of private Roman Law to the public sphere (from the Levellers through Locke, the American Founding Fathers and French republican Montagnards to Kant) has resulted in the contemporary conception –incorporated in all democratic Constitutions– of (people’s) Sovereignty as a Principal and political authority –the State– as a fiduciary Agent with a fiduciary obligation to protect the citizens. Against a very common assumption in contemporary mainstream political philosophy, modern Republican (and Enlightenment) thinking has also conceived of property rights as a fideicomissus –with the sovereign as the Principal and the (private, public or common) ownership as the Agent– that is always in need of justification in terms of public utility. This conception of property (private, public or common) as a fiduciary entity is also fully incorporated into contemporary democratic constitutionalism — hence the idea of the “social function of property”.

Since the analysis of these subjects has important consequences for contemporary political philosophy, this issue will admit contributions from philosophy, history, conceptual history, law, economics, political science and sociology reflecting on the nature and complications of political freedom, property rights and commons as fiduciary relationships.

We have created a special section on the journal’s website entitled “Monographic on Fiduciary relations: freedom, property and commons” for original philosophical papers that address this subject.

The deadline for the submission of original manuscripts is May 31, 2020.

We will consider not only works in the format of Papers, but also Critical Notes and Reviews of Books. All of them have to follow the usual

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Ihering Guedes Alcoforado
Ihering Guedes Alcoforado

Written by Ihering Guedes Alcoforado

Professor do Departamento de Economia da Universidade Federal da Bahia.

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